La apnea del sueño y el riesgo en la conducción

La apnea del sueño es un problema bastante común que jode la calidad del descanso porque hace que la respiración se pare a cada rato por la noche. Esto puede dejarte hecho polvo durante el día y claro manejar así es como jugar a la ruleta rusa con tu vida y la de los demás. Los que la sufren grave tienen más papeletas para meter la pata en la carretera porque andan medio dormidos y reaccionan más lento que un domingo por la mañana.

Si no te tratas esta vaina podrías tener microsueños al volante que son como cuando te quedas en blanco un segundo pero en plena autopista. Imagínate lo peligroso. Aparte el cansancio que te genera te nubla el coco y te hace tomar decisiones más torpes que un borracho. Por eso es clave que si sospechas que la padeces vayas al médico antes de que pase algo peor.

¿Cómo afecta el síndrome de apnea del sueño a la conducción?

Este rollo de la apnea no solo te quita el sueño sino que también te puede meter en un buen lío al manejar. Básicamente te deja sin aire por momentos mientras duermes y al día siguiente vas como zombie. Ni café ni nada te salva.

La gente con este problema suele arrastrarse de sueño aunque hayan dormido sus 8 horas. Y eso es un drama porque al volante necesitas tener los reflejos de un gato. Si estás más lento que un reloj de arena no ves los peligros hasta que es tarde y la concentración se te va como el wifi en una tormenta.

Encima están los microsueños esos que son como apagar el cerebro un par de segundos sin querer. En ese ratito puedes hacer kilómetros en piloto automático sin enterarte de nada. Suena a peli de terror pero pasa de verdad.

Y por si fuera poco la falta de oxígeno y dormir a trompicones también le pasa factura a tu corazón y a tu cabeza. Vamos que es el combo perfecto para liarla parda en la carretera.

Riesgo de conducir si tienes apnea del sueño

La apnea del sueño no solo te fastidia el descanso sino que te puede jugar una mala pasada al volante. Te deja KO durante el día y ya sabes lo que eso significa si te pones a conducir. En serio es un peligro como para tomárselo a broma.

Manejar bien exige estar más despierto que un guardia pero con la apnea tu cerebro va a medio gas. Si encima no te tratas es como si llevaras unas pintas de más. La somnolencia te hace reaccionar tarde y mal ante cualquier imprevisto y eso amigos míos es pan comido para los accidentes.

El efecto de la somnolencia en la carretera

Lo peor de la apnea es que te deja con un sueño que no hay quien lo aguante. No es el típico cansancio sino algo que te deja fuera de juego como si hubieras salido de fiesta toda la noche. Hay estudios que lo comparan con ir borracho porque tus reflejos y tu atención se van al garete.

Y luego están los microsueños esos que son como cuando te quedas colgado viendo la tele pero en la carretera. En un abrir y cerrar de ojos puedes hacer cientos de metros sin darte cuenta de nada. Da miedo solo de pensarlo.

Atención mermada y conducción

Si no tratas la apnea tu capacidad de concentración se resiente mucho y eso al volante es clave. Los que la sufren les cuesta un montón mantener el foco en cosas largas o complicadas como puede ser manejar en hora punta o de noche.

Además el cerebro va más lento de lo normal así que las señales de tráfico o los pitidos pueden pillarte desprevenido. Vamos que aumentas las posibilidades de cagarla y liarla bien gorda.

Consecuencias legislativas y salud

En muchos sitios si te diagnostican apnea tienes que decírselo a tráfico porque saben que es un riesgo. Si tienes un accidente y no lo habías dicho puedes acabar en un buen lío legal.

Pero tranquilo que tiene solución. Tratamientos como la CPAP te ayudan a dormir mejor y estar más espabilado durante el día. Así que no solo ganas en salud sino que además reduces el peligro en la carretera. Todo son ventajas.

Si quieres conocer otros artículos parecidos a La apnea del sueño y el riesgo en la conducción puedes visitar la categoría Apnea.